jueves, 29 de agosto de 2013

Marxismo del siglo XIX en Cuba: Enrique Roig San Martín

Enrique Roig San Martín sería el primer cubano dedicado a orientar al proletariado por el sendero de la lucha de clases. Divulgador de las ideas fundamentales de Carlos Marx, aunque no se le considera un marxista puesto que se adhirió a la corriente anarco-sindicalista del movimiento obrero español de la época. Nacido en La Habana el 5 de noviembre de 1843, se desempeñó durante su juventud como administrador de ingenios, y luego se hizo obrero tabaquero.
Su camarada Fermín Valdés Domínguez, médico y patriota, le llamaba “mi amigo del alma” y lo describía de alta estatura, abundante pelo y barba rubia, ojos pequeños y copioso bigote. Conocía el francés como su propio idioma y en su biblioteca se encontraban las obras más notables de literatos y filósofos.
Afiliado al Anarcosindicalismo, se hizo propagandista de esas ideas en la Isla. Colaboró en diversas publicaciones obreras, hasta que fundó El Productor, cuyo primer número salió a la calle el jueves 12 de julio de 1887.
Durante dos años, al principio semanalmente, después cada jueves y domingo, el periódico y su director se convirtieron en enemigos molestos para la España colonialista y la burguesía insular, ya fuera ibérica o criolla. Las autoridades integristas y algunos patrones pensaron incluso en la eliminación física del líder obrero.
Fabio Grobart, fundador junto a Carlos Baliño del primer Partido Comunista en este país afirmó que desde sus páginas: “Libró incontables batallas por la unidad y la organización de los trabajadores, el mejoramiento de sus condiciones de vida y de trabajo, el derecho a la huelga y por la formación de una conciencia internacionalista en el proletariado cubano”.
Su espíritu internacionalista se evidenció al encabezar una gran campaña a favor de los futuros mártires de Chicago y, aunque falleció meses antes, fue precursor de la primera jornada del Primero de Mayo en Cuba.
El Productor asumió la defensa de los ocho obreros procesados en Estados Unidos (1886-1887) y denunció el crimen legal que se preparaba, mediante artículos suyos y de otros autores cubanos y extranjeros.
No hubo para Enrique Roig omisión alguna en el camino que se trazó en defensa de todos los oprimidos por el régimen social imperante. “En las columnas de su valiente periódico se libraron las más porfiadas batallas en defensa de los obreros del campo y en los derechos reivindicativos de la atropellada raza de color”, afirmó Carlos Baliño.
Fue tan destacada la actividad de la publicación dirigida por Roig San Martín en la defensa de los obreros cubanos, que en 1888 la Junta Central de Artesanos de La Habana lo nombró su órgano oficial.
El Productor no sólo fue un medio de propaganda, sino también un instrumento de acción obrera. El rotativo monitoreó varias huelgas, entre ellas, la primera que se efectuó en el giro tabacalero y que fue ganada por los obreros en Diciembre de 1887. Enemigo de todo concepto de nacionalidad, fue al mismo tiempo promotor de solidaridad proletaria por encima de las fronteras. Conmemoró cada aniversario de la Comuna del París como fecha de todos los trabajadores del mundo.
Inmerso en su pasión por escribir a Roig San Martín nunca le amilanó su enfermedad, una Diabetes crónica muy difícil de tratar para la Medicina de la época. Aun así tuvo fuerzas para escribir ¡O pan o plomo!, publicado en la primera plana de El Productor, el 23 de junio de 1889 “Unidos luchemos en la reivindicación de los derechos usurpados, y opongamos el número al número, a la fuerza; frente a frente a la Internacional blanca, presentemos la Internacional roja”.
La España colonialista consideró dicho artículo una declaración de guerra y encarceló a Roig el 25 de junio. Tres días después, un amigo logró su liberación gracias al pago de una fianza de cinco mil pesetas. Pero el corto encierro quebrantó ya definitivamente su salud.
En la madrugada del 29 de agosto de 1889 dejó de existir Enrique Roig, el invencible campeón, el denodado adalid, el incansable defensor de los derechos obreros, como le calificaba la prensa proletaria de la época.

Fuentes:
http://www.perlavision.icrt.cu
http://www.ecured.cu
http://www.cialc.unam.mx 
http://www.ain.cu

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